Como siempre después de un clásico quedan luces y sombras,
más si cabe cuando el resultado es de empate. Este caso es como las audiencias
del EGM, todos se sienten ganadores.
Respecto al partido del pasado domingo varias lecturas; al
Fútbol Club Barcelona le valían dos resultados, evidentemente ganar le dejaba a
11 puntos de su eterno rival, hubiese sido un golpe de efecto prácticamente
lapidario para la
actual Liga. El empate, resultado real, deja al Real Madrid a
8 puntos, ventaja suficiente para que el Barça afronte los siguientes partidos
con tranquilidad respecto al conjunto blanco, mirando con el rabillo del ojo al
Atlético de Madrid, que hoy por hoy no parece un rival que le pueda poner en
apuros en la lucha por el título.
Analizando el planteamiento inicial del partido una de las
conclusiones que se puede sacar es que el Real Madrid tuvo una ocasión
inmejorable de llevarse los tres puntos dado que el eje central del Barça no
existía. La baja de los dos centrales titulares es una losa más grande de lo
que puede parecer. La inexperiencia de los sustitutos (mucho menos la de Mascherano )
condiciona el funcionamiento del equipo, acostumbrado a jugar casi de memoria. Este
nuevo panorama sin duda condicionó tanto a los laterales como a los medios, los
cuales sabían que cualquier pérdida de balón en situaciones comprometidas se
podría convertir en una clara ocasión de gol, cosa que con Puyol y Piqué es
mucho más complicado que pase. Prueba de este razonamiento son los dos goles de Ronaldo,
mano a mano con un Valdés vendido precedido de dos claros fallos de marcaje y
de una pérdida de balón.
Caso a parte es la lesión de Alves y puesta en escena de
Martín Montoya, ya que este último a mi
modo de ver mejoró bastante al brasileño. Gran futuro del canterazo de
tan sólo 21 años que poco a poco se puede ir afianzando con el puesto de
lateral derecho en detrimento a un Alvés cada vez más de capa caída.
No se entiende como un equipo como el Barcelona puede llegar
a tener estos problemas y tener que estar jugando “al filo de la navaja” en la
jornada 7 del campeonato de Liga. Mala planificación de una plantilla que
claramente se veía que necesitaba al menos un defensa central que pudiera hacer
las veces de titular porque aunque Carlos Puyol está en plena forma a pesar de
su edad, últimamente no estaba teniendo suerte con las lesiones y la temporada
es muy larga.
Esperemos que el “susto” del pasado domingo haga reflexionar
a más de uno y se empiece a enmendar esa mala planificación en el mercado invernal.
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