La importancia de quitarse una espinita

Del estomago de Raí al pecho de Messi; de crack brasileño a crack argentino; de 10 a 10...El que sea un poco entendido en la materia del balompié sabrá perfectamente por donde voy.

Corría el año 1992, concretamente el 13 de diciembre cuando Raí consiguió que me llevase uno de los mayores disgustos que me he llevado en mi vida...levantarte a las 4 de la mañana para ver un partido con 12 años es lo que tiene...

Recuerdo como si fuese ayer que fue el inimitable Stoichkov adelantaba al Barça de un disparo desde fuera del área; después el talento, a mi modo de ver nunca debidamente reconocido, del brasileño Raí salió a relucir con una magistral falta convertida en gol ante la estatua impasible de Zubizarreta (una de tantas) y el gol con el estomago que dio la victoria al conjunto brasileño.

Han tenido que pasar 17 años para que me quitase esa espinita que desde entonces tengo, y de paso conseguir el único título que faltaba en las vitrinas del club. Ha tenido que ser otro 10, otro crack, Leo, ganador de todo a nivel de club y personal este año quien con su gol con el pecho, con el escudo, nos diese la alegría y la satisfacción tantos años después.

Gracias Leo.