Hace
no mucho preguntaron a un conocido periodista deportivo por qué había
cerrado su cuenta de Twitter, a lo que contestó: "nunca me gustaron los
bares de borrachos", en resumen, lo que quería dejar claro es que a su
parecer en este tipo de sitios estaba lo mejor de cada casa. Soy un
firme defensor de las Redes Sociales como libertad de expresión, vaya
eso por delante, pero bien es cierto que en ocasiones uno se encuentra
algunos tweets que hacen que se le revuelvan las triplas.
Esto
viene a colación de los mensajes que algunos han dedicado al cantante
Miguel Bosé, tío de la recientemente fallecida Bimba Bosé. Siempre una
muerte es dolorosa, no por ser más o menos esperada deja de serlo, y
cada uno es libre de expresarlo como considere ya que como se suele
decir "la profesión va por dentro". Tras el mensaje de su tío Miguel
vinieron contestaciones como: “Quiero creer que la muerte de Bimba es un castigo divino para Miguel Bosé por qué Dios odia a los homosexuales", y otras más fuertes que no merece la pena ni mencionar. Todo ello, por supuesto, bajo
el paraguas del anonimato. Hoy en día es muy fácil abrir una cuenta y
empezar a lanzar improperios sin orden ni concierto.
Redes
Sociales como Twitter son muy provechosas para la comunicación directa y
la difusión de noticias, eventos, etc... Pero teniendo en cuenta hacia
dónde vamos en ciertos casos no es de extrañar que cada vez más famosos y
personajes públicos decidan cerrar sus cuentas para evitar estos malos
tragos.
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